Fallece “Chicles”, el perrito maratonista de Tijuana, por envenenamiento

🔸 La comunidad deportiva exige justicia por la muerte de la mascota, el querido compañero de carreras, cuyo legado dejó huella en Baja California.

#NACIONAL || Tijuana, Baja California, y la comunidad del atletismo se encuentran de luto, “Chicles”, el perro maratonista más querido de la ciudad, perdió la vida ayer, 30 de septiembre. Su historia, marcada por kilómetros de carreras, aplausos y sonrisas, terminó causando tristeza e indignación entre sus seguidores.

El hecho fue confirmado por su dueño, Héctor “Flecha” Hernández, a través de una transmisión en vivo en Facebook. Entre lágrimas, relató que su compañero de aventuras deportivas habría sido envenenado por una persona “muy mala”.

El video no tardó en viralizarse. En pocas horas superó las mil reacciones y generó más de 500 comentarios. Corredores, vecinos y amantes de los animales expresaron su solidaridad y exigieron justicia para “Chicles”, pidiendo revisar cámaras y dar con el responsable. Para muchos, no era solo un perro, sino un “atleta que inspiraba con su constancia”.

Más tarde, Héctor realizó una publicación para despedir a “Chicles”, dentro de esta manifiesta su dolor y desea que se esclarezcan los hechos:

“Te Amaré por siempre, hijo, perdóname por darte tanta libertad. Te conocía, te leí y con tu mirada y ladridos sabía cuando querías salir afuera. El que te daño que le caiga toda la ley, aquí hubo mano negra… mi “Chicles” no merecía morir así, envenenado”. Héctor “Flecha”, dueño de “Chicles”.

La historia de “Chicles” comenzó en 2018, cuando deambulaba por las calles de Tijuana hasta que fue adoptado por el “Flecha”, un corredor local que encontró en él más que una mascota, un compañero de carreras, pues este siempre lo acompañaba a correr. Su popularidad creció a partir de 2023, cuando su figura se volvió viral en redes sociales y hasta medios nacionales le dedicaron un espacio.

En septiembre de 2024 se anunció su retiro, tras una fuerte lesión en el fémur y la cadera. Desde entonces, disfrutaba de descanso y cuidados en casa. Debido a su vida como maratonista, “Chicles” extrañaba correr, por lo que en ocasiones, su dueño lo dejaba salir a dar una vuelta.

A lo largo de los años, “Chicles” se volvió parte de la identidad de las carreras en Baja California y otras ciudades donde acompañaba a su dueño. Siempre con su pañuelo rojo y su energía inagotable, era recibido con aplausos y fotos en cada meta alcanzada.

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